Se necesitaría una docena de empresas más si la participación en las naftas iguala a Brasil. Requieren cupo equitativo, corte en alza y créditos blandos para el desarrollo del sector

La industria del etanol de maíz, que cumple cuatro años desde la inauguración en Río Cuarto de la primera planta del país -con Bio4-, logró desde comienzos de año una lenta mejora en los valores de su producción que le dio algo de oxígeno al sector, al tiempo que el aumento en el corte de las naftas con alcohol al 12% le permitió mejorar también en volumen de producción.

Sin embargo, el objetivo que pretenden desde algunas oficinas del gobierno nacional es imitar el modelo de Brasil y tener como meta un corte al 27%, con motores flex.

Eso no sólo implicará estabilizar las variables para las 5 plantas que funcionan en el país sino generar las condiciones necesarias para alentar la inversión y así radicar una docena más de industrias en la zona central del país.

La producción de etanol de maíz en octubre y diciembre alcanzó picos de 44 mil y 46 mil metros cúbicos. En la misma línea, la de caña se acercó a los 40 mil metros cúbicos en octubre, pero cayó en diciembre a 27 mil. Las dificultades de los ingenios para alcanzar el cumplimiento del volumen comprometido se mantienen.

El gobierno de Mauricio Macri priorizó incluso a empresas del norte e intentó que alcanzaran el 50% del etanol nacional. La intención fue beneficiar a una región conformada por Jujuy, Salta y Tucumán, que históricamente quedó postergada.

Para eso le otorgó el 2% adicional cuando amplió el corte del 10 al 12 por ciento en abril. Sin embargo, imposibilidades estructurales de los ingenios, sumadas a dificultades gremiales en algunas plantas, obligaron a que parte del cupo previsto para el norte se distribuyera hacia las de maíz, lo que mejoró la situación de algunas empresas que acarreaban una capacidad ociosa elevada.

Sin embargo, el cupo reasignado no es sustentable, y allí hay uno de los puntos centrales de cara a futuro: tener destinado un volumen preciso para cada planta que permita proyectarse.

Por otro lado, el aumento del corte, que hasta aquí aparece en carpeta del Gobierno y tanto desde Energía como desde Agroindustria así lo ratifican, permitiría una expansión decisiva del sector. Ayer, el presidente de Bio4, Manuel Ron, remarcó el impacto que la industria tuvo en Río Cuarto y la región, con proveedores que se desarrollaron a partir de la puesta en marcha de las etanoleras, como talleres metalúrgicos que comenzaron con pequeños trabajos de montaje y terminaron desarrollando tanques de almacenamiento, para lo cual multiplicaron las fuentes de trabajo.

El impacto en fuentes de empleo indirectas y desarrollo de proveedores fue mucho más de lo que pensábamos en su momento”, admitió el directivo de la firma que está cumpliendo cuatro años e hizo punta en la Argentina.

Pero para multiplicar eso en la región y aprovechar el potencial del principal departamento productor de maíz del país, los empresarios advierten que primero es necesario restituir financiamiento a tasas razonables. El inexistente crédito productivo es una limitante para ese desarrollo.

Fuente: http://www.puntal.com.ar/v2/article.php?id=190267


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